El avión, que comandaba el linqueño Matías Ronzano, acompañado del copiloto Emanuel Vega, radicado en Lincoln, y el pasajero Matías Aristi, sigue sin aparecer. Salió a las 14.30 del lunes de San Fernando y desapareció del radar. Hoy continúan los operativos de rastrillaje por aire y tierra, pero también investigan otra hipótesis.

 

La nave que comanda el piloto Matías Ronzano, de Lincoln, despegó a las 14.30 del lunes, pero a los pocos minutos desapareció de los equipos de vigilancia aérea. Según trascendió, el contacto entre la avioneta y la torre de control se perdió a unas 11 millas (17,7 kilómetros) del aeropuerto de San Fernando.
Se esperaba que el avión, en el cual también iban el copiloto Emanuel Vega (radicado en Lincoln) y el pasajero Matías Aristi, aterrizara cerca de las 18 en el aeropuerto de Las Lomitas, distante a unos 305 kilómetros de la capital de Formosa.

Lo cierto es que al día de hoy no hay un solo rastro de la nave y crece el misterio en torno a su localización, considerando que no se activaron las alertas por accidente y los rastrillajes por aire y tierra han arrojado resultado negativo.

Por otra parte, ayer comenzó a circular la hipótesis de una cuarta persona que habría abordado la nave antes del despegue y desviado hacia otro destino. De todas formas, es una línea más de investigación, donde la esperanza de hallar a los tripulantes con vida se mantienen más vivas que nunca.